El alemán Sebastian Vettel (Red Bull) se convirtió este año en el tricampeón del mundo más joven de la historia de la Fórmula Uno al impedir, por sólo tres puntos, que lo fuese el español Fernando Alonso (Ferrari), en una temporada en la que tanto él como su escudería celebraron su tercer Mundial seguido.
Vettel ‘pulverizó’, con 25 años y 145 días, el récord que detentaba desde 1991 el brasileño Ayrton Senna, trágicamente fallecido en el Gran Premio de San Marino de 1994 -en Imola- y que festejó su tercer título con 31 años y 213 días.
Récord que también estuvo al alcance de Alonso, campeón mundial en 2005 y 2006 -con Renault-, y que desde entonces llegó por tercera vez -después de 2007 (con un McLaren) y 2010 (el año de su debut en Ferrari)- a la última carrera con opciones de ganar el certamen.
Que se resolvió en Sao Paulo (Brasil) de forma emocionante y no exenta de polémica en favor del ‘pequeño Kaiser’, que capturó su tercer título consecutivo, al mismo tiempo que el equipo para el que diseña el inglés Adrian Newey -el ingeniero estrella de la F1- se anotaba, por tercer año seguido, el Mundial de constructores.
Un campeonato de veinte pruebas bastante más movido que el anterior -en el que el dominio de Red Bull había sido incontestable-, que tuvo una media de 57 adelantamientos por carrera, ocho ganadores distintos y que arrancó en Australia de la misma forma que se cerró en Brasil: con triunfo del inglés Jenson Button (McLaren).
Frente al invencible monoplaza de la escudería austriaca, Alonso bastante hizo con exprimir a tope todos sus recursos y elevar -con las tres logradas en Malasia, Europa (Valencia) y Alemania- a treinta su número de victorias en F1. Quinta mejor marca histórica, a una del inglés Nigel Mansell. En una relación que encabeza el alemán Michael Schumacher -retirado por segunda vez este año-, con 91 triunfos, 40 más que el francés Alain Prost y con 50 sobre Senna.
Alonso salió líder de Europa, donde se le complicó el Mundial en Spa (Bélgica), cuando fue embestido por el francés Romain Grosjean (Lotus) en la salida; y en la calificación de Monza, donde remontó del décimo al tercero e igualó a Senna en la lista histórica de podios, en la que lo acabó superando.
El doble campeón mundial asturiano ya cuenta 86 ‘cajones’. Cifra que sólo mejoran Prost, con 106 y el ‘Kaiser’, con 155: el último de ellos en Valencia -que no estará en el próximo calendario-. Único botín en los tres años de su segundo periplo en F1, que se antoja exiguo para el séptuple campeón mundial, a quien relevará en Mercedes el inglés Lewis Hamilton, ganador de cuatro carreras, la última en el recuperado GP de EEUU, en el estreno de Austin (Texas).
Vettel forjó su victoria en Asia, donde, tras haberse impuesto en Bahrein, ganó otras cuatro carreras seguidas -Singapur, Japón, Corea e India- en el segundo periplo en ese continente.
En Suzuka se le torcieron aún más las cosas a Alonso, a quien dejó fuera de combate en la salida el finlandés Kimi Raikkonen (Lotus), quien regresó tras dos años en el Mundial de rallys y firmó una gran temporada en la que festejó un triunfo, en Abu Dabi.
Pastor Maldonao trajo el primer triunfo a Williams y de su propia carrera en España. (LAT Photo)
Pastor Maldonado volvió a ganar para Williams -casi ocho años después de que lo hiciera por última vez el colombiano Juan Pablo Montoya- y se convirtió en el primer venezolano en apuntarse un triunfo F1, el Gran Premio de España, en Montmeló (Barcelona).
El mexicano Sergio Pérez, de 22 años, fue la revelación del año. Dos segundos puestos -en Sepang y Monza- y un tercero -en Montreal- le valieron para dar el gran salto y fichar por McLaren, equipo con el que el año que viene buscará su primera victoria en Fórmula Uno.
Su puesto en Sauber lo ocupará su compatriota Esteban Gutiérrez, por lo que el año próximo México tendrá dos pilotos en la categoría máxima. En la que ya no estará HRT, escudería hispana que capitaneó el español Pedro de la Rosa, puesta en venta el pasado mes.
En Sao Paulo, Alonso acabó segundo y a Vettel la bastó ser sexto para capturar un título en una temporada que no se cerró del todo hasta días después, tras la polémica suscitada por un posible adelantamiento ilegal del alemán, en una zona de banderas amarillas.
Ferrari no reclamó a la FIA, Bernie Ecclestone -mandamás de la F1- señaló que eso hubiera sido un chiste; Luca di Montezemolo, presidente de la escudería de Maranello, respondió que los ancianos no deberían ocupar ciertos puestos directivos; y Alonso -que fue criticado por Helmut Marko, asesor de Red Bull- indicó que aún no había visto los vídeos. Las aguas se acabaron calmando: todos piensan ya en 2013.
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