Hasta aquí ha llegado la paciencia de los compradores del equipo Caterham F1. Tras negar en numerosas ocasiones las habladurías que apuntan a los numerosos problemas económicos que está viviendo la escudería, lo cierto es que los compradores del equipo han amenazado con marcharse si el antiguo propietario, Tony Fernandes no ha transferido sus acciones de forma definitiva.
Esto ha llevado a los teóricos propietarios a emprender acciones legales y amenazar con retirar la financiación del equipo o reducirla al mínimo posible si no obtienen el título legal. A pesar de que hace ya un tiempo que se realizó un comunicado en que se señalaba que Fernandes estaba completamente desvinculado de la escudería Caterham F1, sin embargo esto no parece ser así.
Desde la fecha del acuerdo, el vendedor se ha negado a cumplir con sus obligaciones legales de transferir sus acciones al comprador. Ante esto, el comprador se ha visto en la desagradable posición de financiar el equipo sin tener a título legal el equipo que había comprado. Esto está en total contradicción con el comunicado de prensa del vendedor a fecha de 3 de octubre de 2014, el cual indicaba que el señor Fernandes y Grupo Caterham ya no tenían ninguna relación con Caterham F1 Team.
Además de indicar que algunas declaraciones de prensa realizadas por los antiguos propietarios han podido poner en serio riesgo la gestión y el futuro de la estructura, los actuales administradores dejan bien claro que de no avanzar en el proceso están dispuestos a retirar su equipo directivo, algo que desembocaría en resultados catastróficos para el equipo.
Después de tres meses de funcionamiento del equipo Caterham de buena fe, el comprador está ahora obligado a explorar todas sus opciones, incluyendo la retirada de su equipo directivo. El comprador ha pedido a los abogados que lleven a cabo todas las demandas necesarias contra todas las partes, incluido el señor Fernandes que, como propietario, ejecutará la operación de F1
Vía | TheF1
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