SilverstoneLa Fórmula 1 vuelve a casa, y es que si Europa ya supone un retorno para la Fórmula 1, ir a Gran Bretaña y especialmente al circuito de Silverstone, es posiblemente un retorno a su lugar de nacimiento.

Hablar de Silverstone es hablar de la historia viva de la Fórmula 1. Y es hablar del circuito en el que se corrió la primera carrera de la máxima categoría automovilística. El 13 de Mayo de 1950, Giuseppe Farina con su Alfa Romeo ganaba en Silverstone el primer Gran Premio de un Mundial de Fórmula 1, ante cien mil espectadores y otros veinte monoplazas.

Como muchos otros circuitos de la vieja Inglaterra, Silverstone comenzó siendo un aeródromo. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial en 1945, los otros dos circuitos ingleses, Donington Park y Brooklands, quedaron en muy mal estado, por lo que el antiguo aeródromo se convirtió en la sede del Gran Premio de Gran Bretaña en 1948. Rápido y desafiante, en 1949 tomó la forma que sigue siendo la base del actual trazado, y aquí se disputó la primera carrera de la historia de la Fórmula 1, era el año 1950.

Silverstone es un circuito rápido, no obstante ha medida que ha ido cambiando a lo largo de los años, ha ido perdiendo ese carácter tan rápido que solía tener. Si a mediados de los años 80s, era prácticamente tan rápido como Monza, a finales de esa década se ralentizó el circuito, y aún un poco más a principios de los años 90, que dejaron Silverstone tal y como lo conocíamos hasta hace pocos años, antes de la última modificación, aunque el carácter general no se ha visto demasiado afectado.

Para iniciar esta nueva época, en 2010 el circuito estreno una nueva configuración destinada a mejorar el disfrute de los espectadores y hacer de Silverstone un reto aún mayor para los pilotos. Y es que el nuevo complejo de curvas denominado «Arena», que comienza en la remodelada Abbey (curva 1) para volver al antiguo trazado en Brooklands (curva 6), hace que al contrario de lo que suele suceder, el circuito sea más rápido aún que antes.

En 2011 se completa el proyecto de renovación del circuito con el cambio de la posición de la recta de meta, ahora entre la curva Club (18) y Abbey (1), inaugurándose un nuevo paddock y edificio de boxes.

Con una gran cantidad de curvas rápidas que exigen una elevada carga aerodinámica, el circuito pone los pelos de punta, sobre todo cuando los pilotos se lanzan en séptima velocidad a la curva 9, Copse, para llegar a 300km/h a Becketts, una secuencia de curvas muy fluida en la que los pilotos prácticamente no tocan los frenos y en la que la alta velocidad genera un apoyo en el coche que hace que los pilotos sufran tremendas fuerzas G.

Otro factor a tener en cuenta en Silverstone son las condiciones climatológicas. En este circuito el viento suele ser muy fuerte, y además hay que tener en cuenta que la lluvia puede hacer presencia en el trazado en cualquier momento, dado que se encuentra en una zona muy propensa a las precipitaciones.

Los equipos suelen quitar ala al llegar a Silverstone para poder afrontar en mejores condiciones la rapidez del circuito. Además es importante contar con un motor potente.

El máximo rendimiento se consigue con un buen equilibrio entre la parte delantera (ha de ser dura) y la trasera (tiene que ser más blanda), dado que se necesita buen apoyo en la parte delantera para afrontar las curvas rápidas del circuito, y un buen agarre en la parte trasera para negociar las curvas lentas de la última parte del trazado. Todo esto para generar ese alta carga aerodinámica.

Los neumáticos sufren mucho debido a las curvas muy rápidas que hay aquí. Como ya comentamos, los frenos no sufren mucho porque en la primera parte del trazado apenas se utilizan.

El coche tiene que tener mucha altura para que el piloto vea bien en las zonas de baches. En cuanto a las paradas, las altas posibilidades de lluvia hacen que las estrategias puedan cambiar.

Como comentados, Silverstone albergó la primera carrera de la Formula 1 en el 1950, aunque la edición del 1951 forma parte de la gloriosa historia de Ferrari, ya que el 14 de Julio, Froilán González logró la primera victoria de un coche Ferrari.

La década de los años 60 estuvo dominada por Jim Clark, que triunfó en tres de las cinco carreras disputadas en Silverstone en esa década. La de los años 70 estuvo mucho más repartida, y la de los 80 y principios de los 90 nos dejaron un elenco de victorias de los tres pilotos del momento: Ayrton Senna, Alain Prost y el héroe local Nigel Mansell.

El accidente más fuerte el Silverstone se produjo en 1999. Michael Schumacher perdió el control en la curva de Stowe y su Ferrari se empotró violentamente contra los neumáticos de seguridad. El accidente dejó a Schumacher sin poder correr durante cinco meses, con lo que su tercer título del mundo tuvo que esperar hasta el año siguiente. En 2004, en el año que consiguió su séptimo y último mundial el alemán ganó su última carrera en Silverstone, en la que fue su victoria número 80 en la Fórmula 1.

 

 

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