Esta semana leeremos mil y una veces que se disputa el primer Gran Premio de Rusia de la historia. Pero hay que ser más estrictos con la elección de las palabras y en su lugar deberemos decir que veremos el primer Gran Premio de Rusia de Fórmula 1 de la historia ya que en el pasado, este país ya tuvo dos grandes premios. Se disputaron en 1913 y 1914 y muestran una historia de éxito para Mercedes-Benz.
Aunque de nuevo, para ser estrictos con la información y hablar en propiedad, hay que decir que la historia de éxito que nos muestran estas carreras le corresponde tan solo a Benz, puesto que esta fue la marca que se impuso en las dos carreras disputadas hace un siglo, justo antes de que la Primera Guerra Mundial y la Guerra Civil Rusa finalizaran las aspiraciones eslavas en los grandes premios.
La carrera se disputaba en un circuito de más de 30 kilómetros en San Petersburgo. El circuito, que se mantuvo intacto en las dos ediciones del Gran Premio de Rusia que vivió, tuvo en su primera edición a un ganador local. El piloto ruso Georgy Suvorin, a los mandos de un Benz, se impuso en la carrera, encendiendo el entusiasmo de los aficionados. Ayudaba la segunda plaza de Ivan Ivanov con un Russo-Balt.
La carrera había durado casi dos horas y media y para Suvorin, la victoria había llegado con casi tres minutos de ventaja. Para Rusia, este sensacional doblete de los pilotos de casa era un resultado esperanzador. Podían ganar en esto de las carreras de automóviles, además de organizar una carrera de forma exitosa.
Al año siguiente, la carrera se quedaría en San Petersburgo con la esperanza de mejorar aún más. Esta vez, la prueba sería más corta. Con menos vueltas a disputarse, la carrera se completó tras algo más de una hora y tres cuartos. La victoria volvía a ser de un Benz aunque esta vez el piloto no era ruso. Willy Scholl se convertía en el segundo piloto en ganar un gran premio en Rusia; el último hasta el momento.
Los pilotos locales volvieron a tener un papel destacado y la segunda posición a bordo de un Vauxhall fue para Ovsyannikov, terminando, eso sí, a más de diez minutos del vencedor. Había sido una victoria con dominio incluso superior al del año anterior, pero un ruso volvía a estar de nuevo entre los tres primeros clasificados en la carrera de casa.
Podría haber sido el inicio de una bonita y rica historia del automovilismo ruso pero con la llegada de la Primera Guerra Mundial en primera instancia, la Guerra Civil Rusa luego y con el cambio de Rusia hacia la Unión Soviética, el deporte del motor quedó aparcado durante demasiado tiempo y los tímidos intentos de devolver esta «tradición» fueron infructuosos.
Ahora, Rusia vuelve a estar de nuevo en el centro de la máxima categoría, con un equipo ruso en la Fórmula 1 (aunque quizás con un solo coche este fin de semana) y con un piloto que el año que viene militará en uno de los mejores equipos de la disciplina. Cien años después del último gran premio disputado en suelo ruso, volverá a haber un evento de este calibre. ¿Volverá el nombre Benz a la cima?
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