Los planes para una revolución en la normativa de la F1 tendrán que esperar, al menos, hasta 2017. Ya que no se ha llegado a un consenso entre los equipos en la reunión de la Comisión en Ginebra para que se aprobaran nuevos cambios para la próxima temporada.
Al parecer, varios equipos han rechazado realizar en 2016 cambios drásticos en los monoplazas para aumentar su tamaño, usar neumáticos más anchos y revisar los chasis para dar más importancia a la aerodinámica.
Se ha comentado que algunos equipos han señalado que si los cambios van a ser tan drásticos, es mejor no apresurarse e ir concretando durante 2015 como serán los diseños para 2017.
Además, en 2017, los cambios podrían coincidir con la entrada de los motores de 1.000 caballos y un nuevo contrato con el proveedor de neumáticos.
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