La directora de la escudería Williams se mostró en desacuerdo con las soluciones que intenta aplicar la FIA porque, además de improvisadas, representan gastos adicionales para los equipos, comprometiendo el presupuesto y la estabilidad a largo plazo. Señaló que los responsables de la FIA han caído en cuenta de que este campeonato se dirige hacia un punto que no tenían planificado, de allí las «soluciones» desesperadas.
Muchos aficionados le han dado la espalda a la actual Fórmula 1 argumentando varias razones: los coches son muy lentos, los motores silenciosos, los neumáticos tienen un rendimiento predeterminado, las numerosas sanciones, regulaciones en el consumo de combustible, circuitos aburridos y ahora hay que sumarle el dominio absoluto de Mercedes AMG.
Para Williams, implementar medidas precipitadas para revertir tales situaciones, como por ejemplo introducir los escapes trompeta para aumentar el sonido, resulta peligroso y absurdo porque además de no existir un análisis previo de los alcances del sistema, la FIA no sugiere sino obliga a utilizar el accesorio de acuerdo a su criterio. Pero si a los aficionados tampoco les agrada el sonido que producen las trompetas entonces se eliminarán, sin ponerse a pensar en el gasto estéril que tal implemento representaría para los equipos.
En sus declaraciones para Autosport, Claire Williams manifestó:
No puede ser que en la FIA piensen en una solución y de inmediato acepten el hecho de que es buena. Ellos no saben el impacto que producen en los equipos cuando se prueban cosas sin previo análisis. En Barcelona se presentó el nuevo sistema de escape, pero eso no hizo el coche más rápido. Entonces para qué gastar en su aplicación. En lugar de tomar decisiones precipitadas con respecto a supuestos problemas de la Fórmula 1, deberían detenerse a pensar en el rechazo de los aficionados ante las medidas improvisadas y sin sentido lógico.
Claire Williams es defensora a ultranza de un tope presupuestario, pero con la condición de que tal medida traiga elementos para mejorar la competitividad. La esencia de la Fórmula 1 es la velocidad y los rebases en la pista, una vez logrado ese aspecto, los aficionados volverán a prestar atención.
Plegarse a las normas actuales es una clara voluntad del compromiso de todos los equipos para con este deporte. La Fórmula 1 es genial, sin embargo, el espectáculo para los aficionados ha descendido demasiado. La FIA tiene que mantener un ojo en los costos y tomar medidas rentables para todos y que además contribuyan al espectáculo. No es nada sensato que los equipos gasten un montón de dinero en otros asuntos cuando lo más importante permanece sin modificar.
Vía | motorsport total
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