Llegamos por primera vez al Circuito de Sochi y muchos (entre los que podemos incluir a los equipos y Pirelli) no sabemos que nos vamos a encontrar. Pasamos de la pesadilla nocturna y urbana de Singapur y del misticismo de Suzuka al trazado semiurbano ruso que durante los últimos meses también se ha visto salpicado por la inestabilidad política que hay en la zona actualmente.
Todavía con Jules Bianchi en la mente, toca remangarse y volver al trabajo en lo que se espera que sea un final de temporada muy emocionante. Lewis Hamilton llega decidido a ampliar su ventaja al frente de la general del campeonato con respecto a Nico Rosberg, mientras que el resto de la parrilla ya está intentando atar su futuro y buscar un asiento para la próxima temporada.
El análisis del circuito
El trazado poco que decir. De nuevo una idea salida de la cabeza de Hermann Tilke y que recorre parte del espectacular Parque Olímpico creado para los últimos Juegos de Invierno, precisamente ese espectacular entorno es lo que se pretende aprovechar para realizar una carrera nocturna en la próxima edición del Gran Premio de Rusia. 5.833 metros y 53 vueltas a un circuito con 18 curvas y de sentido horario.
Un circuito muy estrecho, sin lugar al error debido a sus escapatorias mínimas y que cuenta con rectas bastantes largas. Los neumáticos y el grip también serán dos grandes incógnitas. El fabricante italiano ha llevado su compuesto blando y medio, mientras que la exigencia de los frenos no se espera que sea tan acusada como en circuitos como el de Montreal.
DRS
En cuanto al DRS, la FIA ha decidido utilizar dos zonas. La primera de ellas situada en la recta que va desde la curva 1 a la 2, con el punto de detección situado precisamente poco después de la meta. La segunda de las zonas de DRS estará comprendida en la zona rápida que se encuentra entre la curva 10 y 13, detectando la distancia con el piloto de delante justo después de la misma curva 10.
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