Red Bull racingPrimero fue el ‘agujero’ en el fondo plano del RB8. Luego, el sistema de refrigeración de los frenos y, por último, el nuevo mapa motor. Red Bull está constantemente vigilado por la FIA esta temporada.

La FIA ordenó a la escudería Red Bull que modificase la refrigeración de sus frenos porque, eso creían, tenía efectos aerodinámicos. Esta orden llegaba tras la ilegalización de los ‘agujeros’ en el fondo plano del RB8. La Federación declaró ilegales los agujeros situados delante de los neumáticos traseros del Red Bull y el equipo austriaco se vio obligado a cambiar esta pieza.

La aerodinámica del par motor se explica con la misma teoría que utilizaban los difusores soplados. Red Bull ha intentado conseguir más efecto de soplado en el escape a medio régimen quizá retrasando el encendido, de ahí que tuvieran menos par del medido en esa zona del cuentarrevoluciones. Gran parte del mapa de motor va homologado, de ahí que sea fácil de monitorizar por parte de la FIA. El reglamento deja libre el avance por debajo de 6.000 revoluciones/minuto, permite un máximo rango de 20 grados entre 6.000 y 10.000 y 15 por encima de 10.000 revoluciones/minuto.

El resultado de esta combustión con una mezcla muy pobre y el avance muy retrasado es que la escasa gasolina inyectada explota ya en los colectores de escape, con lo que no genera par motor pero sí gases muy calientes que a través del escape se dirigen a la zona del difusor y, en consecuencia, general carga aerodinámica. Un efecto colateral de esta reducción de par motor es que el motor tiene menos fuerza a un régimen concreto y puede ayudar al piloto a modo de pseudo control de tracción.

Al parecer, el equipo Red Bull empleó en Alemania un par motor inferior al usado en grandes premios anteriores. Este mapa motor sería, por tanto, diferente y tendría efectos aerodinámicos.

Finalmente, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) ha zanjado la polémica que surgió sobre los mapas motor de Red Bull durante el pasado Gran Premio de Alemania, cuando su delegado técnico, Jo Bauer, sospechó del mapa de motor de los RB8  antes de la carrera en Hockenheim. Una lectura estricta de la normativa determinó que los coches eran legales, pero claramente vulneraban el espíritu de las reglas. Por ello, y para evitar ninguna manipulación de los antedichos mapas de motor ya desde el GP de Hungría, la FIA ha limitado el uso del acelerador a su función principal, la de generar par motor.

Con esta maniobra, la Federación ha redactado una nueva directiva técnica por la que, con el acelerador a fondo, el motor demande el 100% del par disponible al régimen al que gire el motor en cada momento con una tolerancia de sólo un 2%.

 

 

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